12 may 2013

La cámara lúcida. Roland Barthes

Roland Barthes
Barthes era un crítico literario y estructuralista francés. Parte de su obra es una reflexión sobre la condición histórica del lenguaje literario y una tentativa de constituir una semiología de la moda hasta demostrar la pluralidad significativa de un texto literario. Algunas obras reflejan su crisis como creador.

Su obra literaria se fundamenta en un método crítico desarrollado a partir del marxismo, del psicoanálisis y especialmente de la lingüística estructuralista. Defiende la consideración de la obra literaria desde un sistema de significaciones distinto del análisis tradicional, haciendo una valoración del texto por sí mismo.

En "La cámara lúcida" lejos de encontrarnos un análisis teórico, hallamos una interpretación afectiva de la fotografía.

El libro es un tratado perfecto del tiempo, de la nostalgia y de la muerte. Se ocupa del lenguaje que surge en torno a la muerte; es un trabajo sobre la fotografía que contiene a la vez una reflexión sobre la muerte.

A lo largo del libro se hacen múltiples referencias al tiempo interrumpido, Barthes asocia la muerte a la creación de imágenes. Puesto que la muerte es una interrupción en la vida, él reconoce la fotografía como esa interrupción de tiempo, construyendo a la vez una doble realidad. La foto sería la prueba del “esto ha sido”.

Más que una teoria sobre la fotografía, es un modo de enfrentarse a la imagen fotográfica, que evoca el recuerdo de la persona desaparecida.

Dice que la fotografía adquiere valor pleno solamente cuando hay desaparición irreversible del referente.

Del texto se extraen las siguientes ideas:

Especialidad de la foto, cuando reconoces el rasgo que diferencia la fotografía del resto de imágenes ya vistas con anterioridad.

La foto inclasificable, es decir, se escapa de ser clasificada porque reproduce únicamente lo que ha sucedido una sola vez, lleva pegado consigo a su referente y no se pueden separar.

La emoción como principio, Barthes considera la fotografía como objeto de estudio siempre y cuando ésta le aporte emoción, rasgo esencial sin el cual no habría fotografía.

Una foto es objeto de tres intenciones: hacer, experimentar o mirar. El Operator es el fotógrafo, el Spectator somos todos aquellos que miramos, consumimos fotografía y el Spectrum es lo que mantiene una relación de raíz con “espectáculo” y le añade ese algo terrible que hay en toda foto: el retorno de lo muerto.

Habla del aquel que es fotografiado, de su transformación, de su desdoblamiento en el instante que está siendo fotografiado. Dejas de ser tu mismo para pasar a ser un espectro. Aparece la inautenticidad del sujeto y eso es lo que se registra, nunca tu verdadero yo.

El Spectator: desorden de los gustos. valoramos según nuestro filtro cultural, algunas fotografía nos provocan júbilo otras aversión. La fotografía es un arte poco seguro, sujeta siempre a la subjetividad.

La Fotografía como aventura, aquella fotografía que despierte en nosotros la aventura es digna de nuestra atención y nuestro recuerdo.

La fotografía es una fenomenología desenvuelta, hasta el punto que no podemos aplicar normas científicas que expliquen las emociones que nos despiertan las imágenes. A barthes como Spectator sólo le interesa la fotografía como sentimiento: veo, siento, luego noto, miro y pienso.

 La dualidad de la foto.
Koen Wessing - Nicaragua 1979
Sobre esta foto de Koen Wessing, Barthes habla de como sus fotos le atraían porque le aportaban una dualidad. Dice que aunque hay otras fotos del reportaje, aún siendo bellas y mostrando la dignidad y el horror de la insurrección no dejaban en sus ojos ninguna marca, se trataban simplemente de escenas, faltaban en ellas la aventura de la dualidad.

El Studium de la fotografía es la llamada de atención de una imagen bien compuesta que hace detenerme para apreciarla, analizarla y darle un sentido individual o colectivo si va en compañía de otras, pero no pasa de ese "to like", moviliza el deseo a medias, es un tipo de interés vago.

Sin embargo el Punctum, es el éxtasis que me provoca la fotografía, la admiración y el asombro de tener ante mi una imagen única y que me induce a ese estado, pertenece a la categoría de "to love", de esa punzada en el corazón que me hace vibrar.

To Like:

Nara Dreamland, Japan. Chris Luckhardt
Brian Yen
Serie Regards -Pierre Gonnord 2000

To love:
Berlín, 2008. Manuel Sonseca
Con esta foto de Manuel Sonseca, se me encoge el corazón, no se si porque me recuerda a mi estancia en Berlín, o por la impresión que me dió ver ese parque homenaje a las víctimas de la II Guerra Mundial o esa figura humana que evoca esa dualidad entre lo infantil y lo espectral.

Josek Sudek
En realidad, muchas de las fotografías de Praga, de este magnífico fotógrafo, Josef Sudek, me envuelven, me trasladan a esos lugares mágicos y de ficción. Me enamoran sus entornos.

Ernst Haas
Para mi esta fotografía lo dice todo en esa sencillez, es todo el camino por delante, me hace imaginarme al volante de ese coche y dejar atrás algo que ya ha cumplido una etapa.

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