8 may 2013

Apropiacionismo. Glamour to Kill.


El apropiacionismo es un movimiento artístico que basa su discurso en el procedimiento de la apropiación. En el mundo de las artes visuales, este término se refiere, al uso de elementos tomados para la creación de una nueva obra, ya sea pintura, escultura o incluso poesía. Como el famoso caso de "La fuente (urinario)" de Marcel Duchamp en 1917.

La fuente (urinario)". Marcel Duchamp. 1917.
El mundo de la fotografía no podía ser menos, así pues, estos elementos tomados prestados son imágenes, formas, estilos de la historia del arte o de la cultura popular, o bien materiales o técnicas obtenidas de un contexto no artístico.

Aunque hay infinidad de obras apropiacionistas, tantas como fotografías debidamente apropiadas, me llaman la atención Kevin Bewersdorf, este estadounidense, actor, artista, vendedor y filósofo, centra la mayoría de sus pensamientos y proyectos en la World Wide Web. En todos ellos hace reflexiones sobre la saturación de contenidos en la red, dice: "La copa de la Internet ha rebosando, sus contenidos son superiores a su contenedor".

En su proyecto 123RF, prayer busca imágenes de gente rezando y les pone la marca de agua 123RF, con el fin imprimir a esas fotografías el carácter de derechos de reproducción.



Sin embargo, Joan Fontcuberta nuestro Premio Nacional de Fotografía (1998) y de Ensayo en (2011), en su proyecto "A través del espejo" nos pone sobre la mesa el Manifiesto Postfotográfico, en el cual, aborda y pone en jaque los derechos de autor y la figura del artista como productor de obras, abogando por la lucha de un ecosistema fotográfico más limpio y coherente en cuanto contenidos, menos saturado y con un sentido más estricto de lo que se quiere transmitir. En este proyecto fotográfico, Fontcuberta introduce el término "reflectograma" acuñado por él, refiriéndose a las personas que se fotografían reflejadas en un espejo y que luego cuelgan en las redes sociales.

A través del espejo. Joan Fontcuberta.
Glamour to Kill.
Glamour to Kill, es un proyecto basado en el poder de connotación de la imágenes y como éstas pueden llegar a influenciar nuestra percepción. Es decir, nuestra percepción siempre va a estar condicionada por nuestra educación, carácter, ideas y cultura visual que llevemos encima en el momento de ver esa fotografía.

Por ello, he escogido fotografías de fichas policiales realizadas en los penales de EE. UU. durante los años 20 y 30. La idea de descontextualizar estos personajes y mostrarlos fuera de su tiempo, hace que se refuerce aún más la idea de que nos basamos en la apariencia a la hora de formarnos el concepto de alguien o de juzgarlo. Siempre tenemos en mente que el asesino, el mafioso, el violador, tiene que tener un aspecto rudo, tosco, agresivo, y si podemos imaginárnoslo con alguna cicatriz que otra, mejor que mejor.

Por eso este proyecto es una sucesión de imágenes, con la peculiaridad de que en muchos casos, si es sólo por la apariencia, por mi no hubiesen pisado la cárcel. Y si no, juzguen ustedes mismos.



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