He escogido el área de trabajo “TIEMPO DE TRABAJO” y “TOPOGRAFÍAS“ porque creo que pueden explicar perfectamente todo el mundo de la lectura. Mediante los libros podemos transportarnos a cualquier mundo sin necesidad de movernos, podemos visitar espacios, conocidos o no, e incluso crear los nuestros. El buen lector tiene su universo, y como ha sido creado por él, evidentemente, será el más idóneo para ese momento de intimidad entre libro y lector.
Creo que esta idea se puede representar mediante la fotografía de una manera directa, clara y sencilla, ofreciéndote infinidad de posibilidades.
Además me permite enseñar las tres figuras clave que intervienen en el proceso de lectura, espacio / libro / lector, sin que el mensaje visual sea recargado.
Podemos recurrir a un bonito paisaje intentando evocar la ensoñación que te produce la lectura, o bien, mostrar los espacios donde nacen los libros, como lugares mágicos, desde los cuales se hace posible la magia. Incluso se podría escenificar la interpretación de una lectura y fotografiarla.
Como se puede ver las posibilidades son infinitas, pero me voy a centrar en la de representar un espacio (real o no), como templo para el lector. Raro es encontrar a un lector habitual, que no haya ido puliendo su habitáculo de lectura, e incluso es sorprendente saber que espacios son los más propicios para algunos. Hay quien encuentra ese estado de extasis en mitad del desosrden de una habitación y otros necesitan el más absoluto de los silencios. En el caso que fuere, mi intención es plasmar un espacio en el que coincidan los dos mundos, el de la imaginación, el cual soy trasladado cuando leo, y el espacio idóneo, ilusorio o idílico para practicar esa lectura.
Para ello que mejor manera, que observar como lo hicieron otros, aunque ya tenga una idea clara de lo que quiero desarrollar.
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