30 ene 2013

¡Dime con quien andas! ¿con KLEIN?, ¿con FRANK?

A que nos suena esa pregunta de ¿y tú de quién eres?, cuando alguien quiere saber porque te decantas ante posibles y numerosas respuestas. Pues bien esa es la pregunta que nos toca hoy, con cual de estos dos "genios de la fotografía" nos identificamos mejor, Klein o Frank.

Evidentemente los dos tienen sendas biografías y obras lo suficientemente densas como para llenar páginas y páginas de lo que ellos fueron y supusieron para el mundo de la fotografía y la documentación. Pero me voy a limitar en reseñar dos breves textos del libro "The Photography Book" editado en el año 2000 por Phaidon Press Limited, que creo que resumen muy bien.

William Klein
Dance in Brooklyn, 1954 
La pareja baila y actúa con afectación para el fotógrafo, pero la niña también se parece al ángel de la Anunciación transubstanciado a medias por el emborronamiento de la imagen. En tres meses, Klein, que antes apenas había fotografiado, tomó las imágenes que iban a componer unos de los libros más famosos del decenio de 1950: Life is Good and Good for You in New York: Trance Witness Revels.

En 1981 recordaba que había concebido el libro "como un monstruoso Daily Bugle ("clarín diario") de la gran ciudad con sus escándalos y redadas que podían encontrarse en las calles a las tres de la mañana". En 1956 Klein acbaba de regresar de París, donde había sido alumno del pintor Fernand Léger, que instaba a sus discípulos a "salir de los estudios a las calles [...] a ser monumentales". La obra de Klein es precisamente ese arte callejero monumental y no tiene nada que ver con la documentación tal como se practicaba en la década de 1950.
En 1985 Klein dejó la fotografñia por el cine, creando una película titulada Broadway by Light.
Desfile, Hoboken, Nueva Jersey, 1955
El viento hace ondear la bandera, y al tensarla tapa la vista de la mujer que está asomada a una de las ventanas. Los símbolos nacionales pueden proporcionar un centro de atención, pero también se interponen en la línea de visión. Las mujeres estaban contemplando el paso de un cortejo cuando llamaron por primera vez la atención de Frank. Aparecen en Les Américans, su estudio de Estados Unidos, publicados por Robert Delpire en Páris en 1958 y reeditado en Estados Unidos en 1959 con una introducción de Jack Kerouac con el título  The Americans. Este libro de 83 fotografías, aunque fue mal recibido al principio, se convirtió en uno de los libros fundamentales de la época (en cualquier medio) y en un hito de la historia de la fotografía. Los recuerdos de Frank sobre su vida y sobre su vida en la fotografía se publicaron con el título The lines of my Hand, un libro ilustrado que se editó en Japón en 1972. Frank siempre ha destacado por su capacidad para dotar a lo aparentemente ordinario de unas cualidades adicionales, románticas o religiosas y siempre misteriosas.

Pues llega la hora de decantarme por alguno, (esto es una encerrona en toda regla, jeje), pero he de decir con ciertas dudas que al final me inclino por Robert Frank.

Y digo dudas porque si es cierto que estos dos grandes tienen similitudes a la hora de mostrarnos su mirada, si tienen puntos de conexión, los dos enseñan la calle, de una manera directa, sin adornos ni elementos que nos distraigan de una realidad la cual se vivía cuando ellos hacían fotografía. Pero observo que Klein era más agresivo a la hora de contarlo, era más un aquí te pillo y quiero que me lo enseñes, se podría decir que hasta es impertinente, fresco e irónico, a veces tachado de ácido. Mientras que Frank lo hace desde una distancia más retirada, es prudente, pero no por ello inocente, sus imágenes son elegantes pero mordaces al mismo tiempo.

Las composiciones de Klein tienen más movimiento, son menos pausadas, fruto de ese instante continuo, las de Frank son más estables, armoniosas, tienen pausa, misterio.

Creo que me siento muy Klein muchos días, pero mantener esa actitud a todas horas sería agotador, al final acabaría extasiado, sin embargo ser de Frank me permite seguir con esa actitud de crítica pero más prolongada en el tiempo, sería menos lesiva.

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