3 dic 2012

Henri Cartier-Bresson. Fotografiar del natural.



Para Henri Cartier-Bresson fotografiar es un acto sublime donde aquel que lo hace tiene que poner todos sus sentidos en el disparo. Tiene que ser como un cazador, aguantar la respiración y esperar el momento idóneo para capturar lo que tanto se ansía, el momento perfecto.

Distingue dos tipos de fotógrafos, sin quitar mérito al fotógrafo de encargo y de escenarios prefabricados, pero sin embargo el va más allá y hace otra distinción, refiriéndose al fotógrafo que lo hace desde su alma. Y para ello no podría ser de otra manera que desde el más profundo de uno hacia el respeto sobre todo aquello que se está fotografiando.
Desde niño le gustaba pintar empezando a coquetear con una brawni, donde ya se dio cuenta que no le daba la utilidad que le daban todos, apasionado también del cine, sin darse cuenta había mordido aquella manzana que posteriormente, de adulto le llevo a viajar y conocer otros países adquiriendo equipo fotográfico aunque fuese en mal estado, pero que le sirvió de experimentación y aprendizaje hasta que en su vida se le cruzó la Leica, la cual define como otra extensión de su cuerpo, descubriendo una nueva manera de fotografiar. Fue entonces cuando empezó de verdad a contar historias con su cámara, se abrió al mundo desde ellas y más tarde junto con otros fundaría Magnum Photos que le daría salida a su arte por otros países.

Henri Cartier-Bresson nos habla del reportaje como un ejercicio que se va puliendo con la práctica, pero que debemos afrontarlo con prudencia y respeto, no hacerlo de una manera mecánica y obteniendo cantidad como si de una cadena de producción se tratara, debemos liberarnos de de lo innecesario y captar lo justo, aunque no sepamos que es lo que va a acontecer. Entonces él habla pues de dos selecciones,las que haces cuando estas delante del visor y después cuando has revelado. En cualquier caso debes hacerlo lo suficiente mente bien y captar el instante, porque no va a volver y porque luego uno se da cuenta, en el revelado. Es importante mantenerse en ese estado, sino podemos caer en que nuestra mirada se ha adormecido y vuelto vaga. no olvidemos que jugamos con la fotografía como instrumento de captar instantes y una vez captados o no, no se van a poder revivirlos. Dice que un escritor tiene tiempo de macerar en su cabeza y mediante una reflexión aquello que quiere transmitir con su escritura, pero el fotógrafo no, o lo hace en el instante que está ocurriendo, o lo ha perdido para siempre. Henri Cartier-Bresson insiste en el concepto del instante no sólo desde el punto de vista de la imagen, también desde el punto de vista de las relaciones, una mala palabra, un mal gesto, una prisa fuera de lugar puede hacer que se nos cierren todas las puertas de lo fotografiable. Hay que dar tiempo a que el instante se habitúe de nuestra presencia y esperar con paciencia que el momento llegue.

El tema se impone. Hay infinidad de temas a tratar pero el que se elija se ha de afrontar con lucidez y con honestidad y desde donde uno lo siente. El tema no es recolectar hecho, eso en si es bastante aburrido, es darle el enfoque, el punto de vista personal que nos ha seducido y contarlo con fotografías.

La composición es la manera en que colocamos la cámara con respecto a lo fotografiado, para conseguir una armonía visual de luces, formas que confieren una totalidad. Nuestro ojo debe medir constantemente. Probar innumerables perspectivas, desplazamiento y demás variables que haga que demos con el encuadre perfecto y no caer en la conformidad del primero. Nuestras composiciones deben ser nuestras mejores armas, las más entrenadas, debido a que tratamos con instantes fugaces que desaparecen continuamente. Incluso posteriormente al acto fotográfico, no debemos profanar ese encuadre, destruiríamos toda la magia de la visión original.

La técnica debemos emplearla para mejorar nuestra propia técnica y ponerla al servicio de nuestra visión. Debemos estar familiarizados con ella y convertirla en un acto reflejo, para que no sea nuestra enemiga y no distorsione o entorpezca nuestra visión.

Cuando hagamos eso será cuando narraremos y crearemos nuestro propio lenguaje, es decir seremos capaces de difundir nuestro pensamiento.

La fotografía es una bella relación de respeto mutuo entre la realidad exterior y la interior. Pero para poder tener una relación así hace falta esforzarse por conseguirla.
"Nunca he sentido pasión por la fotografía en sí misma, sino por la posibilidad de captar olvidándome de mi mismo..."

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