14 abr 2013

La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica.

Walter Benjamin, 1928
Walter Benjamin (1892-1940)
Benjamin fue un importante pensador alemán vinculado a la Escuela de Frankfurt. Inició sus estudios de filosofía en Berlín su ciudad natal, y que luego siguió desarrollando en las ciudades de Friburgo, Munich y Berna.

En 1928 presentó en la Universidad de Frankfurt su tesis doctoral "El origen de la tragedia alemana", la cual fue desaprobada y frustró su vocación académica. Era simpatizante y seguidor del idealismo de Kant y la dialéctica de Hegel, rechazado y marginado por la universidad. Se presento voluntario para la guerra pero pronto se le quitaría de la cabeza esa idea al ver que dos de sus mejores amigos se acabaran quitando la vida. Sus estudios sobre la filosofía de Kant y de Platón le sirvieron para elaborar el concepto de crítica de arte en el romanticismo alemán. Intento sin éxito fundar una revista, pero fue en este periodo donde escribió un texto en el que hace un análisis sobre el concepto de "mito".

Tuvo una estrecha relación con Bertolt Brecht, un dramaturgo alemán y después de la llegada de los nazis al poder tiene que huir a Francia donde pudo continuar con su obra teórica. Cuando la ocupación nazi se hizo más intensa consiguión un visado para los Estados Unidos de la mano de Max Horkheimer quien era miembro del Instituto de Investigación Social, después conocido en todo el mundo como la Escuela de Frankfurt. Recibiendo más adelante fondos de la Escuela para proseguir en sus investigaciones de la mano de los directores y amigos Theodor Adorno y Horkheimer.


Uno de sus últimos textos, las tesis sobre la filosofía de la historia junto con el ensayo, La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica y una crítica de la violencia están entre sus textos más leídos.

Escribió también sobre la importancia del lenguaje en la vida en "El hombre se comunica en el lenguaje, no por el lenguaje".

Todas estas circunstancias hacen que Benjamin criticara ferozmente a Adolf Hitler, a la teoría fascistas y a la izquierda.

En definitiva Walter Benjamín fue un hombre que vivió con la sombra de la persecución durante toda su vida. Murió el 26 de septiembre de 1940 en España, después de que el grupo de refugiados judíos que integraba fuera interceptado por la policía franquista.

La Obra de Arte en la época de su reproductibilidad técnica
En el prólogo de la obra como he mencionado en la bio se aprecia la fascinación del autor por la obra de Karl Marx. Señala en este escrito muchas de las predicciones del marxismo acerca del arte tras la ascensión del proletariado al poder en esta época y critica el carácter predictivo de los postulados marxistas, basados en valores matemáticos de plusvalía y producción.

Desde tiempos remotos la obra de arte siempre ha estado sujeta a su reproducibilidad, puesto que el hombre repite lo que otro ha hecho anteriormente. Por eso al tratar de copiarla y reproducirla, la obra original se transforma y deja de ser auténtica puesto que ya no es única.

Sabemos que la humanidad ha reproducido desde tiempos inmemorables, primero con fines religiosos y posteriormente los alumnos de los artistas para conseguir destreza. Con la aparición de la imprenta el boom de la reproducción de lo escrito se disparó. Luego con la aparición de la litografía a principios del siglo XIX fue la imagen la que se hizo cotidiana y comenzó a tener tanta importancia como lo escrito en tiempos de la imprenta, pero luego sería superada con creces con la llegada de la fotografía.

Benjamin nos plantea el concepto de "aura" como aquello invisible que rodea a la obra y es capaz de provocar en nosotros que la admiremos como la creación artística de su autor y nos cause las sensaciones inexplicables que están ligadas a la obra. Es como si pudiésemos entender las mismas palabras y pensamientos que el autor quiso plasmar en esa obra.

Benjamin trabaja sobre la idea de que existen condiciones materiales de producción a nivel de superestructura. Propone pensar el arte desde la innovación tecnológica, desde el criterio de la creación de un nuevo concepto de arte y las mismas condiciones de recepción.

En nuestros días es muy fácil reproducir una obra y no como se hacía antaño, que era a mano o con instrumentos tecnológicamente poco avanzados, por lo que degradarían por asi decirlo su aura. Sin embargo las máquinas hacen desaparecer ese sentimiento de lejanía.

Dice Benjamin: “…la reproducción, tal y como la aprestan los periódicos ilustrados y los noticiarios, se distingue inequívocamente de la imagen. En ésta, la singularidad y la perduración están imbricadas una en otra de manera tan estrecha como lo están en aquélla la fugacidad y la posible repetición. Quitarle su envoltura a cada objeto, triturar su aura, es la signatura de una percepción cuyo sentido para lo igual en el mundo ha crecido tanto que incluso, por medio de la reproducción, le gana terreno a lo irrepetible”.

Benjamin define a nuestra sociedad como la que hace todo lo posible por eliminar las lejanías y donde las masas quieren acercarlo todo, tenerlo bajo su control lo creado mediante la reproducción. Es como si las masas necesitasen que todo sea lo más próximo posible, como si eso fuese más humano. En la actualidad todo puede ser copiado y benjamín ya acusaba de lo peligroso que resultaba esto allá por el año 1936, cuando ni siquiera internet existía.

Él afirma que el arte se encuentra al alcance de las masas y lo que se deteriora es el aura en esta época de reproductibilidad y que la organización de la percepción humana está condicionada tanto de manera natural como histórica.

Dice: "Día a día se hace vigente, de manera cada vez más irresistible, la necesidad de apoderarse del objeto en su más próxima cercanía, pero en imagen, y más aún en copia en reproducción".

Benjamin nos explica que la obra de arte cambia tanto en cuanto esté alejada de su contexto. Así pues nos pone el ejemplo de la Venus y nos muestra que significado tenía la obra a lo largo de toda su historia, donde se puede ver que mientras más lejos está de su creación, va cambiando de percepción y valor. Del culto pasando a lo pagano y llegando por lo estrictamente estético.

El texto nos habla del carácter ritual y político de la obra de arte. “El carácter único de la obra de arte es lo mismo que su imbricación en el conjunto de relaciones de la tradición. Y esta tradición por cierto, es ella misma algo plenamente vivo extraordinariamente cambiante”.

Con las nuevas tendencias del arte naif y el postmodernismo, hoy en día un instrumento cotidiano puede trascender como arte bajo un título y por esa razón adquirir a raíz de ese instante su propia aura, por ejemplo un tenedor que se expone en un museo bajo el nombre de "Sociedad". Entonces podemos afirmar que el aura está sujeta al aquí y ahora. Son por tanto estos factores los que causan las sensaciones en el hombre.

También habla del rompimiento del aura, refiriéndose a que con lallegada de la industralización el aura ya no se degrada, sino que se destruye por completo. Habla en este apartado de toda la evolución que tiene la imagen a lo largo de la historia y como acaba ligándose a lo cotidiano. Hsta que acaba hablando de la fotografía con respecto a la pintura. En donde dice que ya no existe la plasmación de las sensaciones a traves de la mano del artista (dibujos, grabados, etc), ahora es a través de la luz, la lente, los colores. Alaba la fotografía como instrumento captador de la realidad lo califica de ser el primer método de reproducción verdaderamente revolucionario.

Luego se refiere al cine como el medio en el cual se une todo, imagen, sonido aunque critica que el cine se declare como arte. Aquí también se lo lleva al concepto de aura, donde sostiene que los actores de teatro son los que están sujetos al aura por ser los que están en contacto directo con el público capaz de percibir in situ su interpretación y viceversa. Pero sin embargo en el cine ya no existe ese contacto recíproco, existe una separación de la interpretación con respecto al público que corre a cargo de la cámara que es la que interrumpe ese aura. Para ello se ha creado una aura artificial que consiste en el glamour y la fascinación de la vida de las estrellas. Todas estas teorías vemos perfectamente que se cumplen en nuestros días. Así pues, el carácter artístico del cine se encuentra completamente determinado por su reproductibilidad. “El cine es la obra de arte con mayor capacidad de ser mejorada”.

Benjamin compara la pantalla del cine con la pintura insistiendo que la obra pintada al ser estática es la que está más cercana de ser admirada e invita al éxtasis, al contrario que ocurre con la pantalla del cine la cual la califica de efímera. 

También critica el contenido del cine y lo define como estereotipado y repetitivo que obedece a patrones repetitivos y de falso mensaje con respecto de la cruda realidad. Como si el cine tratara de adormecer a las masas con felices historias lejos de las desgracias del mundo.

Benjamin nos habla de la autenticidad, en lo que se refiere al aquí y el ahora. Lo auténtico mantiene su plena autoridad frente a la reproducción manual, a la que por lo regular se califica de falsificación, no puede hacerlo frente a la reproductibilidad técnica, ya que la reproducción técnica resulta ser más original que la reproducción manual.

En definitiva este denso texto de Walter Benjamin tiene una estrecha relación con el mundo de la fotografía y del arte en la actualidad. Debido a esa lejanía que nombra el autor y esa ruptura con el aura, ya no somos capaces de establecer que es el verdadero arte. Hoy los círculos más adinerados son los que están marcando las tendencias de que es lo más valorado y admirado, pero a mi parecer atravesamos tal época de saturación de obras, reproducciones y valores, que se ha perdido ese sentido mágico al que siempre ha estado ligado el arte a lo largo de la historia. Hay menos sensibilidad, hay menos valoración por los procesos manuales y analógicos que parecen ser el objetivo de las multinacionales y la industria.

Como ya escribí una vez: "Hemos destruido lo analógico para fabricarlo posteriormente en digital y contemplar su simulación con añoranza" o como diría Benjamin si hoy estuviera vivo "Hemos destruido el aura de las obras de arte para reproducirla artificialmente y creernos que todavía existe".


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