16 nov 2012

Fotoperiodismo I: Gilles Caron (Francia)

Definición del término fotoperiodismo.
Digamos que el fotoperiodismo intenta narrar una noticia a partir de imágenes o apoyar un texto que ha de ser noticia. En una sociedad en la que la realidad la construyen los medios de comunicación, el apoyo de la fotografía contribuye a dar credibilidad al hecho que se está narrando. Entonces podemos asegurar que, si un reportaje de un diario va acompañado de una fotografía, no nos cabe la menor duda de que aquello que estamos leyendo es verdad. Esta supremacía de la imagen ha estado ligada al desarrollo de la tecnología y de la sociedad en general.
Breve historia del fotoperiodismo. Como hemos dicho en la definición, los orígenes de la noticia ilustrada fue el momento en el cual se acompañó el texto con imágenes. Estos orígenes están estrechamente unidos a una serie de desarrollos tecnológicos en las técnicas de impresión que posibilitaron reproducir los tonos de grises de las fotografías en papel. Hasta entonces las noticias eran ilustradas por grabadores, éstos reproducían las fotografías en unas madera que eran entintadas y el resultado era un dibujo artesanal en blanco y negro. Estos grabados provenían de dibujos pero cuando lo hacían de fotografías lo reflejaban con la mención “sacado de una fotografía”. Fue en Norte América donde el 4 de marzo de 1880 se imprimió la primera fotografía por un nuevo procedimiento denominado "halftone". Apareció en el Daily Herald de Nueva York y era de una fotografía titulada "Shantytown" (barracas). Este procedimiento consistía en reproducir una fotografía a través de una pantalla tramada que la divide en una multitud de puntos. Se pasa luego el cliché obtenido bajo una prensa al mismo tiempo que el texto compuesto. Este procedimiento es lo que hoy, aunque bastante mejorado, es la tipografía.
Sin embargo el nacimiento del fotoperiodismo se produce en Alemania, fruto del espíritu liberal que reina en la república de Weimar en el periodo de entreguerras y que provoca un florecimiento de las artes y las letras. Es cierto que ya en 1853 la guerra de Crimea fue ampliamente documentada por fotógrafos pero el fotoperiodismo como hoy lo entendemos no nace hasta después de la I Guerra Mundial. 


En 1919 el arquitecto Walter Gropius funda la Bauhaus, escuela estética que interactuó con muchos campos del arte incluido la fotografía, y que llegó a rebasar las fronteras alemanas. En esta época la prensa, que se había visto severamente censurada, cobra un nuevo impulso y comienzan a surgir semanarios ilustrados, entre ellos el Berliner Illustrierte y el München Illustrierte Presse, muy económicos y por lo tanto al alcance de un gran público. 


Pero para que el fotoperiodismo adquiriera todo su auge tubo que haber una revolución en la manera de hacer las fotos. Una fotografía de un acontecimiento que transcurría en décimas de segundo era imposible de realizar con las pesadas cámaras de placas. Fue Oskar Barnack en 1925, con la invención de la cámara Leica de negativo 24 x 36 mm, el precursor del fotoperiodismo como hoy lo entendemos. Con este tipo de cámara el fotógrafo pasaba desapercibido y podía disparar su cámara cuando lo creyese conveniente. Así el tipo de fotografía tradicionalmente posada pasaría a ser una imagen más improvisada, sin el encorsetamiento acostumbrado, con la posibilidad de captar imágenes en fracciones de milésima de segundo y de esta forma se abrirían nuevas vías de expresión visual. 


También será pertinente analizar la situación del periodismo gráfico en la II Guerra Mundial donde, en la Alemania nazi, toda imagen destinada a ser publicada en un medio informativo, tenia que pasar por la oficina de control creada con tal fin siendo publicadas obviamente las que contribuyeran a la propaganda nazi. En general la información era restringida por todos los piases beligerantes y ésta era utilizada con fines propagandísticos. Es también la época del apogeo de las grandes agencias de prensa puestas al servicio de los países enemigos como Habas en Francia, Reuter en Gran Bretaña o UnitedPress en EE.UU. 


Como podemos ver el desarrollo del fotoperiodismo va en estrecha relación a los desarrollos técnicos importantes mencionados anteriormente, pero a las puertas del siglo XXI la forma de trabajo de los grandes fotoreporteros actuales y con la tecnología digital invadiendo todos los ámbitos de la sociedad,  no ha variado mucho con respecto a las empleadas por sus precursores como Robert Capa a nivel mundial. Grandes fotoperiodistas de hoy cómo Sebastián Salgado o Kim Manresa reniegan de “lo digital” y emplean para su trabajo películas químicas normales y cámaras manuales. Otra cosa es la infraestructura tecnológica que las grandes agencias de prensa mundiales ponen al servicio de sus reporteros de plantilla, con cámaras digitales, telefototransmisores a través de satélite, etc. con el objeto de recibir la fotografía lo antes posible. Atrás quedan los años en los que fotógrafos deportivos como Francisco Algersuari enviaba sus rollos de película utilizando palomas mensajeras.


He escogido a Gilles Caron a pesar de la innumerable lista de fotoperiodistas que existen y han existido  a lo largo de la historia hasta nuestros días.


Este fotógrafo nacido en 1939 en Neuilly-sur-Seine (Francia), murió a la edad de 30 años en abril de 1970 en la carretera Nº 1 que conectaba a Phnom Pen con Saigon. Así como Robert Capa, es una leyenda del periodismo y de la fotografía. Entre 1965 y 1970, su excepcional carrera como reportero de una agencia fotográfica a finales de los 1960 lo llevó a diversos lugares como una reunión de gabinete, un concierto en el Teatro Bobino en París, las demostraciones de estudiantes en 1968 y a los campos de batalla.

Hoy en día y desde su creación en diciembre de 2007, la Fundación Gilles Caron ha revelado todas las facetas de la estética, periodismo o trabajo íntimo de este hombre comprometido, que es una absoluta referencia en el periodismo y en la fotografía.

He escogido a este fotógrafo por la rotundidad con la que muestra lo que está sucediendo, es respetuoso con ello a pesar de la crudeza y lo hace desde la distancia justa. Su mirada dota a la imagen de una elegancia que no la contamina con elementos de distracción. Su fotografía es directa, como un golpe, no tienes posibilidad de evadirte. Encuadres estables y compensados, en algunas de sus imágenes se observa la simpleza, no por lo pobre si no por lo limpio de sus fotografías. Juega mucho con segundos planos ligeramente desenfocados y en algunos casos desaturados para que nos centremos en el personaje principal de la fotografía y lo demás sea el aporte sutil para entender en conjunto la imagen.

También me llama la atención la naturalidad de las imágenes aunque connoten horror, guerra, sufrimiento y tiempos difíciles, personalmente veo en él seguridad, firmeza y confianza como que es esa la fotografía que tenía que sacar.






No hay comentarios:

Publicar un comentario